Tips para elegir a tu fotógrafo.

¿Cuándo decir: Aquí sí es?

Primero debe ser alguien que tenga experiencia. Tomar fotos en eventos podría sonar fácil. Pero en realidad se necesita experiencia para lograr un trabajo profesional, único y personalizado.

Te tiene que gustar el trabajo que ha hecho, su estilo. Que a través de sus imágenes logre transmitir emociones. Un buen fotógrafo de bodas logra pasar desapercibido en los momentos indicados para capturar los gestos, las expresiones y emociones de las personas de la forma más natural. Un buen fotógrafo de bodas sabe observar e interpretar las miradas, las sonrisas, el lenguaje corporal de las personas. Se necesita tener cierta sensibilidad y conexión que no se adquiere en automático al comprar una cámara. 

Un buen fotógrafo logra sintonizar con su entorno, al estar presente 100% en todo momento y observar hasta el más mínimo detalle que haga la diferencia. 

Otra manera de distinguir a un buen fotógrafo es que éste se interese por la pareja de manera genuina, por conocerlos, conocer sus gustos, su estilo para lograr contar su historia de la forma más natural, espontánea y original posible.

Un buen fotógrafo te dará a firmar un contrato, con los puntos establecidos y la seriedad necesaria, de este modo te protege a ti como a él/ella de cualquier situación posible.

Un buen fotógrafo de bodas y eventos sabe que no está trabajando con modelos profesionales, así que tendrá el tacto y los conocimientos para dirigirse a ustedes, guiarlos a través de la sesión y así obtener el mejor resultado.

Un buen fotógrafo de bodas tiene conocimientos de todos los tipos de fotografía. Ya que en un día de evento se realiza fotografía documental, fotografía de retrato, fotografía de producto, fotografía de naturaleza y arquitectura (siempre observamos la composición, líneas, encuadres, es parte de) y además sabe trabajar con luz natural y luz artificial. Para mí, ser fotógrafa de eventos es de las más versátiles y completas aplicaciones fotográficas.

Y por último, y no menos importante, un buen fotógrafo de bodas es consciente de la responsabilidad que es atesorar los recuerdos más valiosos de tu gran día. Un fotógrafo de bodas sabe la carga que tiene sobre sus hombros al depositar esa confianza de generar recuerdos que quedarán para siempre, que verán los hijos, los nietos… Y demás generaciones por llegar. Por eso y más es importante elegir bien a tu fotógrafo.